Adoración IBPY

Misión del ministerio

El Ministerio de Adoración de nuestra iglesia, al servicio del Rey, existe para exaltar a Dios con reverencia y fidelidad, reconociendo que la adoración no es simplemente un momento musical, sino una respuesta total de nuestro ser al Dios trino y verdadero. Somos siervos llamados a guiar al pueblo de Dios en una adoración centrada en Cristo, fundamentada en la Palabra y fortalecida por el Espíritu. Cada voz, cada instrumento y cada oración es ofrecida como sacrificio vivo, santo y agradable al Señor. Nuestro propósito es formar adoradores que vivan para la gloria de Dios, sin buscar entretenimiento ni excelencia vacía, sino profundidad teológica, integridad espiritual y servicio humilde. A través del canto congregacional, la lectura bíblica, la oración y la liturgia reformada, apuntamos constantemente al Evangelio, recordando que Cristo es el centro y la meta de toda verdadera adoración. Formamos a quienes sirven con el compromiso de cultivar vidas de piedad, comunión con Dios y edificación del cuerpo de Cristo. El fin de nuestro ministerio es Dios mismo; todo lo que hacemos es para magnificar Su gloria entre Su pueblo. Anhelamos que cada reunión dominical sea un anticipo del culto eterno que rendiremos ante el trono del Cordero, pues nuestra adoración no comienza ni termina con una canción: es un estilo de vida que proclama con gozo que solo Dios es digno. Vivimos, cantamos y servimos con este fin supremo: Soli Deo Gloria — a Dios sea la gloria.