IBPY

Declaración de Fe y Doctrina de Nuestra Iglesia

Bibliología

Dios inspiró su Palabra de forma verbal y plenaria por medio de la guía del Espíritu Santo, que es inerrante e infalible por lo tanto los manuscritos originales no contienen ningún error y que solo la Escritura es la autoridad en fe, práctica, conducta y guía en la vida del creyente. (2 Tim 3:16; Jer 30:2; Mt 5:18; Sal 12:6; Sal 119:105; Jn 17:17; Sal 119:160)

Teología propia

Dios es Espíritu y es Persona por lo tanto es el Único Dios verdadero y existe en una Trinidad: “Padre (Dios), Hijo (Jesús), y Espíritu Santo”. Es Inmutable, Santo, Omnipotente, Omnipresente, Omnisciente y estos atributos son intransferibles y por medio de su gran amor se relaciona con los hombres. (Jn 4:27; Sal 139:7; Jn 1:1; Nm 11:33; Jn 17:3; 1 Re 8:60; Mt 28:19; Gn 1:2; Ap 4:8; Is 6:3; Mr 10:6; Gn 1:26)

Cristología

El Hijo es parte de la Deidad, es Preexistente y posee los atributos de Dios con naturaleza humana, pero sin pecado. El murió en la cruz para ser nuestro Único Salvador, resucitó y ascendió para interceder a la diestra del Padre y ser la cabeza de la iglesia. (Col 2:9; Is 9:6; Jn 1:1-2; Jer 31:3; Fil 2:7; Gn 3:15; Heb 4:15; Is 6:3; Mt 27:26; Am 8:9; Os 13:4; He 4:12; Ef 4:12; Sal 118:22).

Pneumatología

El Espíritu Santo tiene la Deidad, Personalidad, y todos los Atributos de Dios, convence al mundo de pecado, justicia y juicio, por medio de ello uno es regenerado. En la vida del creyente el Espíritu Santo es quién consuela, guía, enseña, intercede, sella, habita, concede dones, bautiza y glorifica al Hijo. (1 Co 6:11; Sal 139:7-10; He 13:2; Rom 15:13; Jn 16:8; Rom 15:13; Jn 3:5-8; Ez 36:26; Lc 4:1; 2; Co 2:21-22; Is 42:1; 1 Co 12:4-6; Hch 1:4-5; Jn 16:14).

Angeología

Los ángeles son seres creados, espirituales, con poder, ministros de Dios. Creemos que los ángeles caídos son demonios, y el príncipe de estos es Satanás; el engañador, padre de las mentiras, maligno, enemigo de Dios y de sus santos. Como castigo él será lanzado al lago de fuego. (Gn 3:24; Lc 16:22; Ex 14:19; Lc 22:43; Dn 6:22; Ap 12:7; Ex 23:20; He 7:53; Jds 1:6; 2 P 2:4; Dn 10:13; Jn 12:31; Ef 6:12; Mt 25:41; Is 66:24)

Antropología

El hombre es un ser creado, a semejanza e imagen de Dios, inocente. Por medio del pecado imputado de Adán, el hombre cayó y ahora nace con naturaleza pecaminosa, es condenado, separado de Dios, está muerto espiritualmente, es inexcusable, culpable, imposibilitado en salvarse y con alma eterna (vida eterna o muerte eterna). (Is 45:12; Mr 10:6; Ef 4:24; Gn 1:26-27; Mt 19:4; Gn 3:22; Rom 5:12; Sal 51:5; Ez 18:20; Ro 6:23; Ro 3:10-13; Mt 25:41).

Hamarteología

Es todo lo que va en contra del carácter y naturaleza de Dios, que el pecado tuvo su origen en Satanás, y en toda la raza humana por causa de Adán. El hombre nace y vive en pecado, la penalidad del pecado es la muerte física, espiritual y eterna. (Jos 24:19; 1 Pe 2:21-22; Is 14:15-16; Jn 8:44; Gn 3:6; Ro 5:12; Sal 51:5; Ro 5:12; Gn 3:23-24; Ro 6:23).

Soteriología

La Salvación es por gracia, por medio de la fe, no por obras ni merito humano. Cristo es el único camino, el cual regenera, salva, justifica y glorifica a los que Dios ha elegido y llamado soberanamente en su voluntad por medio del sacrificio de Cristo y ellos serán sellados por el Espíritu Santo, su salvación es eterna, son parte de la iglesia y están unidos con Cristo y nunca se podrá perder. (Is 64:6; Ef 2:8-9; Sal 62:1; Hech 4:12; Is 54:17; Rom 8:30; Is 61:1; Ef 4:30; 1 Jn 5.13; 1 Co 12:27; Rom 9:14-30; Juan 10:27-29).

Eclesiología

La iglesia visible empezó desde el Pentecostés, es el cuerpo de Cristo, es universal y local. Es la novia de Cristo llamada al amor, santidad, y buenas obras. El compromiso de sus miembros es evangelizar, predicar, enseñar, y discipular. Además Establece líderes, los creyentes se congregan y siguen las ordenanzas del bautismo y cena del Señor. (Mt 16:18; Ef 2:20; Ef 1:22; Col 1:18; 2 Ts 1:1; Mt 5:14; 1 Co 12:12-31; 1 Tim 3:5; Heb 10:25; Ex 12:14; He 18:8).

Escatología

Cristo regresará por su Iglesia y será consumado su reino, derrotará a sus enemigos y reunirá a los creyentes para estar con Él. En la resurrección de las personas, los salvas para vida eterna con Dios en la Nueva Jerusalén y los incrédulos para el castigo eterno en el Juicio del Gran Trono Blanco que serán lanzados al lago de fuego. (Mt 24:44; 1 Pe 4:7; 2 Ts 2:1-3; Mt 24:3-44; Ap 3:21; Ap 12:11; Mt 25:31; Lc 24:43; Jn 5:28; Jn 5:29; Ap 20:11-15)